lunes, 4 de mayo de 2009

RECORDÁNDOTE Capítulo 02.- ¿Normalidad?



Rurouni Kenshin y todos sus personajes pertenecen a Nobuhiro Watsuki y Shueisha.

-Diálogos-

Pensamientos”

Capítulo 02.- ¿Normalidad?

¿Aoshi sin memoria? ¡Eso es imposible! Ese era el pensamiento de todos los allí presentes, la pregunta ahora era si volvería como el asesino que un día fue, que parecía lo más probable teniendo en cuenta su reacción, o bien si su cuerpo había reaccionado inconscientemente a una amenaza inexistente. Fuera como fuese eso iba a ser un gran problema y mucho más teniendo en cuenta la terquedad de Misao, que 4 años después de prometerle a Himura que haría sonreír a Aoshi, a pesar de la frialdad, la indeferencia y las meditaciones constantes, seguía sin darse por vencida, bendita cabezonería la suya…

-¿Quién demonios sois?- la situación era incomoda para él, tanta gente mirándole y una chica muy linda abrazándole como si quisiera fundirse con él.

-Aoshi muchacho… ¿no nos recuerdas?- fue lo único que se le ocurrió preguntar a Okina, pregunta bastante absurda.

-…- ya se sabe que a veces el silencio es la mejor respuesta.

-Somos sus compañeros, su familia, Aoshi-sama…- la joven ninja al fin parecía reaccionar, esbozó una triste sonrisa mientras le miraba- El viejo verde es Okina, la chica del kimono verde es Okon y la del kimono malva es Omasu y, los chicos, Kuro el más grande y Shiro el otro.

Como toda respuesta solo hizo una leve inclinación de cabeza a modo de saludo que fue correspondido, con el mismo gesto por parte de los allí presente.

-¿Y tu eres…?

-Perdón que tonta jejejeje. Yo soy Makimachi Misao! La Okashira del Onniwabanshuu.

-¿Okashira? ¿On… Onniwabanshuu?- un terrible dolor de cabeza le abordó.

-¡Aoshi-sama! ¿Está bien?- ella siempre cuidaba de todos cuando enfermaban, pero nunca había cuidado a nadie con amnesia así que estaba un poco perdida, y eso le hacía preocuparse más.

-Misao-chan, ve a buscar un poco más de té- era más una orden que una petición, pero hizo lo que Okina le había pedido- Bien, cálmate muchacho, cuanto más te fuerces a recordar más te dolerá.

-¡Maldita sea!- gruñó con rabia, cosa que asustó a los más jóvenes que estaban acostumbrados al cubo de hielo sin emociones y siempre calmado.

-¿Qué es lo último que recuerdas? Pero no hagas esfuerzos eso sería peor- bueno el viejo Okina le conocía desde que era un niño, así que aunque le sorprendió que mostrara rabia, no le resultó muy impactante, para él Aoshi no revertía mucho misterio.

-… Una casa, una mujer vestida con un kimono lavanda con una katana ensangrentada parada en la puerta, eso es todo.

A pesar de lo simple del recuerdo sabía que era, lo último que recordaba era algo que pasó cuando no era más que un niño de unos 5 años… las cosas se ponían complicadas. La mujer con la katana no era otra que la madre de Aoshi, por aquel entonces era la única kunnoichi del Onniwabanshuu en activo, un clan rival había entrado en mitad de la noche con la intención de asesinarlos, y ella le había protegido.

-Bien muchacho, eso no sirve de nada, olvídalo- una enooooooorme gota recorría la cabeza de todos, incluso la de Aoshi- Ahora dejemos unas cuantas cosas claras, nada de espadas ni armas, si hieres a mi ángel Misao yo mismo me encargare de hacértelo pagar y créeme que no será nada agradable.

-“¿Hacérmelo pagar? Que viejo más raro, bueno, el viejo y todos los demás…”- Misao volvía con una tetera en las manos y él se alegraba, era la única que parecía normal, a pesar de su atuendo. Bueno le parecía normal a él por que para el resto de la humanidad seguro que Okon u Omasu les hubiesen parecido más normales.

-¿Un té Aoshi-sama?- otra de esas cálidas y amplias sonrisas adornaban su rostro- Es té de jazmín, su favorito, aunque… jejeje quizás no…

-Gracias- las mandíbulas de los onni cayeron al suelo ¡Aoshi dando las gracias! Eso si era un milagro, vale, puede que a Misao se las diera de vez en cuando, pero ellos nunca lo habían visto.

Okina se levantó sin hacer ruido y con un gesto les ordenó a los chicos que los dejaran solos, no es que no le preocupase que Aoshi pudiera hacerle daño a Misao, pero parecía que esa amnesia había despertado algo en él, algo que quizás estuviera dedicado sólo a ella, o quizás era cosa de su mente pervertida.

-Oye Jiya…- la pequeña comadreja no se había percatado de la fuga de sus colegas- eeeuuh… ¿Cuándo… se han ido? Cuando se trata de huir no hay quien le gane ¡hay que ver! Viejo del diablo cuando te pille te voy a…

-Makimachi-san…

-¿Maki… machi…-san?- Misao ladeo la cabeza ese trato tan formal no le gustaba- Nada de Makimachi y mucho menos de –san, Misao, sólo Misao ¿si?

-…- suspiró.- ¿Puedo preguntarte algo?- ella asintió- Dime… ¿Qué es el Onniwabanshuu?

-¿Uh?- esa no se la esperaba y su rostro se entristeció- El Onniwabanshuu es un clan ninja con más de 300 años de historia. Para usted el Onniwabanshuu es muy importante, ha luchado mucho por todo el clan, era el Okashira hasta que…- se calló de golpe y un par de lágrimas rodaron por sus mejillas.

La conversación no iba muy bien encaminada, cómo iba a decirle a ese hombre que no recordaba nada, que le había arrebatado el título cuando se unió a una momia psicópata para derrotar a Himura y que casi mata a Okina, que se convirtió en un diablo cegado por el odio y el resentimiento. Por supuesto que no se lo diría.

Aoshi secó las lágrimas que rodaban por el rostro de la chica con suma delicadeza.

-Gomen…

Misao en shock ¡Aoshi estaba sonriendo! Y estaba siendo dulce y… y… ¡SONREIA! Le estaba sonriendo a ella.

-eeehh yo… esto… aaaa… mmm…- su cara estaba completamente roja- yo… ¡TENGO QUE IR A TENDER LA ROPA! ¡Sí! Eso es… la ropa…

-Está lloviendo…- levantó una ceja.

-¿Eeeeh? Jejeje ¿he dicho tender la ropa? ¡Que tontería! ¡Quería decir… hacer el desayuno!

-¿Desayunáis en plena noche?- de nuevo la ceja

-Mmmmph…- ¡que molesto! ¿Acaso no se daba cuenta de que intentaba huir?

- Puedes irte si quieres no tienes que inventar excusas…- o quizás sí se había dado cuenta- “Que divertido”

Y dicho y hecho la comadreja salió huyendo como alma que lleva el diablo hacia su cuarto, pero una vez en él se dio cuenta de que seguía demasiado cerca, así que, huyó de nuevo esta vez escaleras abajo arrollando en su huida a los pobres Shiro y Omasu.

Así pasó la noche, Misao encerrada en el dojo sin poder conciliar el sueño por el desconcierto que le había causado esa sonrisa, entrenando para ver si caía dormida de puro agotamiento. Aoshi durmiendo con Okina al lado, el hombre se había quedado allí por si le necesitaba en mitad de la noche. Y el resto durmiendo a pierna suelta como si nada hubiera pasado.

Un nuevo día comenzaba y como era habitual los onni empezaban a levantarse para iniciar su rutina, preparar el Aoiya para recibir a los clientes, hacer los desayunos, la lista de la compra… Okon preparaba el desayuno para sus compañeros. Una muy soñolienta Misao entraba por la puerta.

-¡Oh! Misao-chan, que bien que estés aquí justo aho… ¿¡Qué diablos te ha pasado!? Por Kami tienes un aspecto horrible- Misao sólo emitió un gruñido, no tenía fuerzas ni para hablar- Bueno, eso ahora no importa ¡toma! Llévale el desayuno a Aoshi-san- dijo dándole una bandeja y echándola fuera de la cocina.

-“Perfecto, justo lo que más me apetece en estos momentos”- pensó sarcásticamente- “Con un poco de suerte se habrá olvidado de mi huida de anoche… ¡Idiota! ¿Cómo se va a olvidar? A veces soy idiota…”- perdida en sus pensamiento llegó a la puerta de Aoshi.

-Toc-toc…- no hubo respuesta- toc-toc…- silencio, suspiró y deslizó suavemente la puerta.

-¡Mi ángel Misao!- Okina se tiró encima de la chica haciendo que cayera al suelo atrapando la bandeja en el último momento antes de que se derramara en el suelo.

-Buenos reflejos

-¡Aoshi-sama! ¿Estaba despierto? ¿Por qué nadie ha contestado cuando he llamado?

Discretamente Okina empezaba a huir puesto que la idea de no contestar había sido suya y sabía que su angelito se iba a enfadar y mucho, él aún no quería morir tenía muchas jovencitas a las que perseguir.

-Le traigo el desayuno, espero que le guste y ahora si me disculpa…- dejó la bandeja al lado del ninja que le miraba curioso y dio media vuelta- ¡JIYAAAAAAAAAAAAAAAA! ¡Te vas a enterar!

-“Qué energía de buena mañana…”- y aquí venía de nuevo, ese molesto dolor de cabeza, pero esta vez las imágenes se agolpaban en su mente…

FLASHBACK

Llovía… hacía días que llovía sin parar, habían pasado 3 días desde que entraron en ese bosque, si no se daban prisa les matarían, pero la información era muy confusa ¿dónde demonios estaría esa casa? Cada segundo que pasaba era vital y ellos allí perdiendo el tiempo.

-Jefe, deberíamos separarnos- un hombre con una máscara le dirigió hacia él.

-No, debemos permanecer unidos.

-Creía que lo único que importaba era salvar a la familia del ex-Okashira- un hombre alto y cubierto de cicatrices le miraba con preocupación.

-Ya lo sé.

-Je… Jefe…- el más bajito miraba asustado a unos matorrales que se movían.

-¿Tu también?...- estaba tan molesto que no se había dado cuenta de que alguien se les había acercado- ¡Sal de ahí!

Silencio, el más absoluto de los silencios.

-Sal o te mataremos- desenfundó sus kodachi, daba por hecho que sería un enemigo- ¡VAMOS!

Una figura pequeñita salió de entre los arbustos, avanzó unos cuantos pasos hasta salir de las sombras que la cubrían y entonces la vieron. La nieta del ex-Okashira (Misao, estaba claro ¿no?) cubierta de sangre, les miraba fijamente.

-Aoshi-sama… sabía que vendría- corrió hacia él abrazándole fuertemente- papá y mamá… ya no están, me he quedado sola- pero contrariamente a lo que esperaban ella les sonrió.

-No estarás sola, te lo prometo, nunca te dejaré sola- Aoshi la cogió en brazos y la cubrió con su chaqueta- Buscad la casa, ya sabéis lo que buscáis.

FIN DEL FLASHBACK

-¿Quién… es… esa gente?

Cayó sobre su futón, había perdido el conocimiento…

CONTINUARÁ

Escrito el 3 de octubre de 2008

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