domingo, 8 de agosto de 2010

25M I.- Pastelería



Code: Lyoko y todos sus personajes son propiedad de MoonScoop y France3.


I.- Pastelería

Las vacaciones a veces traían cosas buenas consigo. Ulrich Stern acababa de cumplir los dieciséis y lo había aprobado todo con nota, por eso, aquel año sus padres le habían permitido quedarse en la ciudad con sus amigos. Su madre le había dicho que lo habían pensado entre los dos, pero él sabía que su padre nunca participaría en algo así.

Prefería no pensar en ello, porque eso siempre le cabreaba.

Llamó por teléfono a Odd, pero no obtuvo respuesta. Probó con Jérémie con el mismo resultado. Aelita tampoco le contestó. Y Yumi ni siquiera estaba en el país.

—Estupendo —gruñó con desgana.

El móvil vibró en el bolsillo de su chaqueta, lo sacó pensando en que Odd, Jérémie o Aelita le estarían devolviendo la llamada. Era un mensaje de texto. El nombre le arrancó una sonrisa.

¿Cómo lo estás pasando? Seguro que estáis organizando una fiesta tras otra. Me encantaría poder estar ahí con vosotros. Os echo de menos, te echo de menos. Yumi.

Tecleó la respuesta a toda velocidad.

No creas. Ni siquiera sé dónde están los demás. Ya ves, me quedo en la ciudad y todos desaparecéis. Si estuvieras aquí te invitaría a tomar algo, mala suerte. Te echo de menos. Ulrich.

Pensó en que quizás había contestado demasiado deprisa. Odd siempre le decía que debería esperar, al menos, cinco minutos antes de responder a los mensajes de Yumi "para hacerle pensar", siempre le decía lo mismo, y él siempre pensaba que lo haría la próxima vez. Pero las ganas y la emoción le ganaban pasase lo que pasase.

Al parecer Yumi si se tomaba cinco minutos "para hacerle pensar". Un nuevo mensaje de texto entró, lo abrió rápidamente.

Ya veo. Me invitarías porque no encuentras a nadie, ¿no? Jajaja, me lo cobraré, Ulrich. ¿Qué piensas hacer?

Alzó la mirada al cielo. Era una buena pregunta.

¡Ey! ¡No es eso! Seguramente acabaré yéndome al Kadic o al bosque. No tengo ni idea. ¿Me propones algo mejor?

Ulrich esperó paciente la respuesta.

El bosque está bien, seguro que eso te ayuda a relajarte. Quien sabe. Puede que los demás estén en L'Hermitage. Buena suerte. Me voy a dormir. Buenas noches.

Suspiró. Si no tenía suficiente con dar vueltas solo como un idiota, la diferencia horaria le fastidiaba un poco más.

Buenas noches, Yumi. Que descanses.

¿Qué podía hacer? A penas eran las cinco de la tarde, no le apetecía encerrarse en la sala de recreo a ver cualquier basura que saliese en la televisión. Lo del bosque y L'Hermitage no sonaba tan mal. Se encogió de hombros, por probar no perdía nada.

Odd, Jérémie y Aelita estaban en una pastelería del centro, adornando el techo y las mesas con cintas de colores, de la zona de cafetería. La campanita de la entrada tintineó y Yumi entró.

—No sospecha nada. —Sonrió tomando algunas cintas—. Creo que se acercará a L'Hermitage.

—Genial —dijo Jérémie.

—Cuando te vea aquí le va a dar un infarto. —Odd rió imaginado la cara que pondría su amigo.

Aelita tiró de la oreja de su "primo".

—Ve a preguntarle a Pierre si tiene listo el pastel.

Pierre era un hombretón rellenito, con un espeso bigote negro y mejillas sonrosadas. Parecía sacado del dibujo de un envase de comida preparada, todo un estereotipo. Odd refunfuñó moviéndose hacia la parte delantera del local.

Yumi abrió un tubo de cartón y de él sacó una gran pancarta, Jérémie y Aelita soltaron una exclamación.

—¡Te ha quedado genial!

—¿De verdad lo crees? —dijo acomodándola sobre la mesa más larga—. Pensaba que no acabaría a tiempo.

—Nosotros sabíamos que lo lograrías. —Jérémie se acercó a mirarla con más detenimiento— has hecho el escudo y todo, estoy impresionado.

—Las cosas se hacen bien o no se hacen — replicó sonriente Yumi.

Ulrich pateaba con desanimo las piedras que encontraba en su camino. Era frustrante. Debería estar contento, de hecho debería estar dando saltos de alegría por librarse de la mirada acusadora de su padre. Sin embargo se sentía bastante deprimido.

La persona con la que más le apetecía pasar las vacaciones estaba lejos. Y sus amigos desaparecidos.

Los pájaros piaban animados entre el follaje de los árboles, y eso le cabreaba. Hasta el sol parecía estar radiante de felicidad, como si todo se burlase de él.

No podía seguir así. Tener a Yumi cerca no era fácil. Sus sentimientos por ella hacían que se bloquease, necesitaba de toda su fuerza de voluntad para ser su "amigo", y eso no era algo sencillo. El principal problema era que cuando trababa de verbalizar sus sentimientos era incapaz, le dominaban las emociones, como si estuviera borracho, ¡si a penas podía respirar!

Pensó en todos esos gestos cómplices que compartían, y, que le daban una idea aproximada de lo que sentía por él. Era al único al que le besaba en la mejilla, al único al que abrazaba. No necesitaban las palabras para comunicarse. Confiaba en él en todos los sentidos, le contaba sus secretos, en Lyoko había puesto su vida en sus manos… Por más imbécil que se pusiera ella siempre le perdonaba.

Además lo había leído en su diario.

Pero eso no bastaba para darle el valor suficiente.

El teléfono móvil vibró en su bolsillo y él lo sacó, pensando en Yumi, frunció el ceño al ver el nombre de Odd parpadeando. Abrió el mensaje de texto.

¡Ey, Ulrich! No me he enterado de tu llamada. ¿Dónde estás? Vente al centro, Jérémie, Aelita y yo estamos en la pastelería de Pierre, dice que no preparará algo para chuparnos los dedos. Odd.

Lo meditó unos segundos. El bosque o la pastelería. Era una elección fácil.

Estaba pasándomelo en grande chutando piedras en el bosque. Puede que tarde un rato, estoy casi en l'Hermitage. Voy para allá. Ulrich.

Corrió, pese a no tener ninguna necesidad de hacerlo. Por que si seguía allí pensando en Yumi acabaría haciendo alguna tontería. Quería llegar cuanto antes, estar con sus amigos, beber refrescos, comer dulces y reírse hasta que le doliera la barriga.

Del bosque pasó al Kadic, del Kadic a la ciudad.

Se encontró, jadeante, frente a la puerta de la pastelería, desde el otro lado del cristal el regordete Pierre le sonrió. Desde allí podía verse la arcada que daba paso a la cafetería, una tela roja hacía las veces de puerta. Frunció el ceño aquello no tenía que estar allí.

Se encogió de hombros y abrió la puerta de cristal, la campanita de la entrada tintineó.

—Buenas tardes, chico —dijo Pierre en un tono más alto del habitual—. Tus amigos te esperan allí dentro.

—Buenas tardes, gracias.

Descorrió la improvisada cortina y estuvo a punto de caer. La sala estaba a oscuras. Buscó a tientas el interruptor, que sabía que estaba a su derecha, y cuando dio con él lo accionó.

—¡Sorpresa! —gritaron varias de voces.

Sus ojos tardaron un par de segundos a acostumbrarse a la luz de los fluorescentes, entonces vio a sus amigos. Jérémie, Aelita, Odd y Yumi… Yumi también estaba. Leyó la enorme pancarta que colgaba entre miles de cintas de colores.


¡FELICIDADES POR EL FICHAJE CON EL PSG!

Se sintió aturdido unos instantes. Reconoció la delicada caligrafía de Yumi en la pancarta, eso hizo que se conmoviera más. Avanzó y les dio un abrazo colectivo a sus amigos.

—Me habéis engañado como a un mocoso.

—Uy, pobrecito —Odd sacó su mejor tono sarcástico arrancando las risas de todos.

Pierre se les acercó con una botella de refresco de cola, como si fuera champán, y unos elegantes vasos de cristal en una bandeja.

—Enhorabuena, chico —dijo alegre—. Aunque supongo que eso significa que a partir de ahora te veremos poco por aquí.

—Bueno yo…

—Espero que te acuerdes de mí cuando seas rico y famoso.

Ulrich se rió. No había pensado en todo lo que se perdería por jugar en la liga profesional, se acabaron las reuniones en una cafetería con los amigos, las tardes en l'Hermitage, los entrenamientos con Yumi. Yumi. No podría verla tanto como quisiera. Ella le sonrió, se le acercó y le besó en la mejilla.

—Me alegro mucho por ti.

—Gracias.

Rieron, comieron, bebieron, bailaron y se lo pasaron en grande. Pierre les había cedido la sala para toda la tarde y ellos la aprovecharon al máximo.

Jérémie y Aelita fueron los primeros en marcharse al Kadic, poco después lo hizo Odd que tenía una cita con Sophie. Se quedaron los dos solos compartiendo un trozo de tarta de cerezas.

—Siento haberte engañado —dijo sonriendo.

—Da igual que lo sientas. No te pienso perdonar —le contestó con una sonrisa encantadora.

—¡Qué cruel!

—Te perdonaré si me dejas acompañarte a casa.

—Trato hecho.

Cogieron sus chaquetas y salieron a la calle, las farolas empezaban a encenderse, y ellos caminaron y hablaron, hicieron planes para aquellas vacaciones. Por que ambos se quedarían en la ciudad aquel año, tenían el futuro por delante y ganas de vivirlo.

Ulrich resopló. A veces tenía la sensación de que la casa de Yumi estaba demasiado cerca, siempre que estaba a punto de decir algo importante llegaban a su puerta.

—¿Quieres entrar y tomar algo? —le preguntó con una sonrisa.

—Tengo que volver antes de que Jim haga la ronda. —Miró su reloj—. Odd no podrá cubrirme mucho rato.

—Lástima.

Estaba decepcionada, esperaba poder seguir con él, al menos, un ratito más.

—Estar sola en casa es muy aburrido.

—Te invitaría a la academia, pero no creo que a Jim le gustase.

Yumi rió y Ulrich sonrió.

Llegó uno de esos momentos cómplices, que le gustaban y asustaban por igual, se miraron a los ojos en silencio hasta que Yumi avanzó y le besó en la mejilla. Como siempre eso le hizo ruborizarse, como siempre Yumi le sonrió.

—Buenas noches.

—Buenas noches.

Ella subió los escalones que separaba el patio de su casa de la entrada, y se despidió de él con la mano.

—Quizás mañana te diga que te quiero —susurró viéndola entrar en su casa.


Fin

Aclaraciones:
-En Japón está muy mal visto el contacto físico en público, de hecho es algo de muy mala educación, eso incluye besos y abrazos. Si os habéis fijado al único al que besa y abraza Yumi es a Ulrich, a excepción del capítulo 6x2 (32) "Saint Valentin" en el que le da un beso a William (a su familia no la cuento).
-PSG son las siglas de Paris Saint-Germain, para los que no sepan de futbol francés, es el equipo de futbol de París, juega en la Ligue1, el equivalente a la primera división, y tiene un buen palmarés.
-Sobre lo del diario en el capítulo 12x4 (77) "Torpilles virtuelles", Hiroki pierde el diario de Yumi y Ulrich lo encuentra, al final del episodio se ve que Ulrich lo ha dejado encima de la cama de ella, y se aleja silbando y sonriendo no se sabe si por que se ha reconciliado con Hiroki, o por que ha hecho caso de Odd y ha leído el diario. Yo siempre he pensado que leyó el diario.

Escrito el 07 de agosto de 2010

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